El Arpa Jarocha es considerada el instrumento típico y representativo de Veracruz y se ha convertido en un verdadero símbolo e ícono cultural, dando lugar a una gran variedad de grupos que profesionalmente se dedican a promover y dar valor a nuestra música. La gran aceptación que ha tenido la música de arpa jarocha en las últimas décadas tanto a nivel internacional, como nacional y local ha provocado una proliferación de expresiones artísticas de este género, ya no solamente en la región del Sotavento, sino también en la zona central del estado de Veracruz y estados vecinos.

Si bien la música tradicional, como la del arpa jarocha, se caracteriza por ser una expresión empírica, de creaciones anónimas y naturalmente evolutiva, también debe considerarse que la expansión de esta tradición a nuevos públicos y sobre todo la adaptación a las nuevas tecnologías y expectativas del público, puede significar una mayor trascendencia y difusión de la música de arpa jarocha.

Es decir, a pesar de la gran cantidad de grupos y arpistas en el estado de Veracruz, los cuales desarrollan una gran actividad en diferentes ámbitos de la vida cultural, y forman una sinergia y cohesión entre ellos, existen muy pocas o nulas asociaciones formales que puedan apoyar, incentivar y difundir el trabajo y obra artística de los participantes, y que como resultado de esto se pueda acceder a nuevas oportunidades. Las oportunidades de difusión, exposición, registro, producción y reconocimiento que actualmente puede tener cada protagonista del arpa jarocha, están limitadas por su conocimiento empírico y/o falta de capacitación en herramientas necesarias para la perduración y conservación de sus contenidos.

El músico jarocho, toca, canta, baila, goza, se siente orgulloso de sus raíces y le complace contagiar a todos con esa alegría. Una organización que pueda hacerse cargo de todas las demás actividades que conlleva el proceso creativo y de exposición, podrá impulsar más y mejor sus virtudes y talentos.